Nuestro grupo después de dar vueltas por algunos parques se dio cuenta de que a pesar de las innumerables campañas y de multas dadas por la municipalidad la gran mayoría de los limeños no recogen el excremento de sus perros siendo esto no sólo malo para la estética de las calles limeñas sino también para el ser humano ya que las bacterias de la heces se juntan con el aire del medio ambiente y pueden ser dañinos para el organismo.
Por eso, decidimos que teníamos que hacer algo para que la gente tome
más conciencia sobre lo importante que es llevar una bolsa consigo para recoger
las necesidades de su animal.
El viernes 8 de Junio después de las clases las tres chicas detrás de
esta intervención nos juntamos a realizar todos los preparativos para el día
sábado 9 junio, el día central de nuestra intervención urbana. Como en todo
proyecto en grupo al empezar con los preparativos las diferencias no se
hicieron esperar. Necesitábamos una caja decorada en donde pondríamos las
bolsas que regalaríamos y no podíamos encontrar la manera de ponernos de acuerdo
para encontrar el diseño de la caja. Luego de un par de debates llegamos a la
conclusión que sería de alguna manera llamativo y significativo al mismo tiempo
usar de decoración a Bob Esponja porque no sólo es algo que a las mayoría de
personas les gusta sino que la esponja en si significa limpieza y eso era lo
que queríamos transmitirle a las personas.
Luego de habernos puesto de acuerdo con como íbamos a decorar la caja
empezamos a crear los carteles sencillos y con frases que a nuestro parecer iban
a cambiar la forma de actuar de las personas de alguna manera u otra.
Todo el desarrollo de creación de esto nos tomó alrededor de 5 horas.
Con todo ya listo el sábado 9 de Junio nos reunimos a las 4 de la tarde
en la cuadra 49 de la Av. Arequipa para llevar acabo nuestra intervención. Dos
de nosotras nos sentamos en una de las bancas, con nuestra caja de Bob Esponja
llena de bolsas, una par de bolsas encima de nuestras caras y unos carteles con
las frases “Tú respiras lo que tu perro hace” y “El excremento tiene
parásitos”. Es importante mencionar que tuvimos la intención de escribir un
cartel que dijera “Recoge la basura de tu perro” pero nos pareció demasiado
obvio, creímos que era mejor utilizar frases más subjetivas y no tan directas
al punto para que de alguna manera haga reflexionar a la personas.
Siendo las 4 y media de la tarde y en vista de que no pasaba mucha
gente, decidimos cambiar de banca. Luego de unos minutos la gente empezó a
pasar y a caminar por donde nosotras estábamos pero casi nadie si inmutó, las
personas pasaban de largo algunas mirando el cartel, otras riéndose, otras
curiosas pero a pesar de ello nadie nunca preguntó “¿Qué hacen?”. Lo que si fue
satisfactorio fue ver a una señora con un perro, al verla una de nosotras se
paro a enseñarle el cartel, la señora nos miró de alguna manera contrariada
pero entiendo el mensaje después de unos minutos observamos como la señora nos
miraba y al mismo tiempo recogía las heces de su animal con una bolsa, le
aplaudimos, la señora sonrió y se fue.
Creemos que nuestra intervención urbana no tuvo la repercusión que buscábamos,
no hubo la atención que necesitábamos y esperábamos recibir de las personas,
pero a pesar de todo ello nos parece que siempre es bueno empezar desde cero y
esta experiencia nos ayudará demasiado para la segunda intervención.
A pesar de todo, creemos que esta intervención sirvió para hacer un
cambio mínimo, porque al menos pudimos hacer reflexionar a una persona y eso ya
es bastante.
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